lunes, 9 de enero de 2017

Predicen el nacimiento de una nueva estrella en 2022


Supernova
El intrincado baile de dos astros muy cercanos entre sí, en la constelación del Cisne, está siendo observado con detalle desde hace años. Ahora los astrónomos que lo siguen se atreven a fijar una fecha para la fusión, un violento acontecimiento que aseguran que dará lugar a otra estrella que será fácilmente visible en el cielo nocturno en 2022. Esta se añadirá a la parte horizontal de la popular Cruz del Norte en esa constelación.
El profesor Larry Molnar de la Universidad Calvin, junto a sus estudiantes y otros colegas (Karen Kinemuchi, del Observatorio de Apache Point; y Henry Kobulnicky, de la Universidad de Wyoming) han vaticinado un importante cambio en el cielo nocturno que será visible a simple vista. El pasado 6 de enero, Molnar impartió una conferencia en la que explicó cómo llegó a esta conclusión a lo largo del año 2015.

"Hay una posibilidad entre un millón para predecir una explosión", dijo Molnar.

La predicción de Molnar es que las componentes de una estrella binaria se acabarán fusionando y explotando como una supernova en el año 2022. En ese instante, la estrella aumentará su brillo diez mil veces lo que la convertirá durante un tiempo en una de las estrellas más brillante del cielo (magnitud 2). La estrella será visible en la constelación del Cisne y provocará un cambio de apariencia en el conocido grupo de estrellas.
Constelación del cisne

Una pregunta que conduce a la exploración.

Molnar comenzó a explorar la estrella  conocida como KIC 9832227 en el año 2013. Ese año, la astrónoma Karen Kinemuchi presentó su estudio de los cambios de brillo de la estrella, que concluyó con una pregunta: ¿Es pulsante o es binaria? Entonces, el asistente de investigación de Molnar, Daniel Van Noord, se tomó la pregunta como un desafío personal e hizo observaciones de la estrella.

Geometría de una Binaria. Crédito Molnar
El análisis de los datos llevó a la conclusión de que se trataba de una estrella binaria de contacto, es decir de dos astros que están tan juntos que comparten una atmósfera común. A partir de ahí, se determinó el periodo orbital gracias a la información aportada por el telescopio Kepler y se llegó a la asombrosa conclusión de que el periodo es de menos de 11 horas, periodo ligeramente menor al mostrado por datos anteriores.

Este resultado recordó a un trabajo previo publicado por el astrónomo Romuald Tylenda que había estudiado a otra estrella, conocida como V1309 Scorpii, en la que había analizado su comportamiento antes de que explotara inesperadamente en el 2008 produciendo una nova roja. Esta estrella, también binaria de contacto, mostró un comportamiento similar antes de la deflagración, reduciendo aceleradamente su periodo orbital.

Redactado por Jesús Ángel Pérez Contreras 
Fuentes: 

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